Vicente Bruccoleri nació en Niscemi Caltanissetta Italia
el 3 de octubre de 1905
Al hombro se ponía
el frescor
para repartirlo
como sus hachas
porque fue un herrero
del vigor
y de lo artístico
haciendo de lo oscuro
la sonrisa del día
y de lejanías
vecindad fraternal,
el belvedere
de su Niscemi.
Cómo no quererlo
desde sus años niños
alumbrando el despertar
de los obreros
en su pueblo
con un farol
que lo trae
hasta el más acá
a ese siciliano
que quiso a este suelo
con la grandiosidad
del océano que cruzó
siendo un muchacho
de rotunda valentía.
Vicente
forjó las iniciales
que lo nombran
en la bondad
y se hizo ferroviario
para ir por ramales
de luchas y amores
con el oído atento
a la casa del pueblo
que fundó
a su radio
de onda corta
a la ópera
los domingos
y a los pájaros
alimentando la ilusión.
Escalaba mi vuelo
en su columpio
así lo celebro
a mi Nono
como hortelano
de certezas y ternuras
aún pedaleando
como entonces
con un broche
en el tobillo
para hacer del mundo
un grato licor de vino
y confiarnos ese sol
desde su mirada marina.