En el medio del concentrar
el juego
despliega aire de colores
por el espacio
que ignora asfalto
para volverlo
sonido de pezuñas y pastos
y ser
tan frescamente Él
junto al mundo
de sus amistades,
que nos llevan en plena calle
a la granja de lo cordial
como a la selva audaz,
o simplemente
entre la alquimia de sus tres años
a mirar dinosaurios
con el vivaz espejo
que llama a la niñez,
ese capullo que tejemos dentro
y a veces logramos ver.