Foto: Enfoque Rojo
Para que los reservorios de agua
no los silencien con la altivez
de la desgracia
recorrieron las comunidades
luminosas de lo originario
miles de kilómetros miles
negando lo lastimero
de la historia que les niega
y con la profundidad
que revelan los pasos
ancestralmente impresos
en el semblante de la tierra
llegaron a la capital
más de cuatrocientas comunidades
para marchar contra ultrajes
repetidos como maldición
pero enfrentados con la voluntad
de vientos y contravientos
donde el persistir
tiene sentido tutelar
apostado en lo solar en lo lunar
para detener la soberbia
que como peste
retrata muerte
y se llama extractivismo.
Llegaron y acamparon
con la definición
del reclamo cristalino
en defensa encendida
por el territorio vibrante
que madura bienes
tan comunes como naturales
para apagar lo aborrecido
de una reforma voraz
de persecusiones y martirios.
Jujuy palpita en la firmeza
impulsa el soltar amarras
abriendo los frutos de la ira
para avanzar sin resignación
desde el manantial de lo fraternal
siendo malón
alumbra como latido
de arco iris que brega y labra
en paciente respuesta
con signos de batalla
contra el ser ignorados
como pueblo que salva
en los hálitos de su destino
el naufragio del litio
y los salares de la dignidad.