Ezequiel Castro y Laura Rimedio
Acompañando la luz
que besa al amanecer
y la serena confianza
que da el silencio
cuando se ha dicho
lo que sentidamente
hay que decir haciendo.
Sus sonrisas regresan
cuando se asientan
colibríes en el color
del encuentro que lee
lo merecido y soñado.
Laura y Ezequiel
conciertan en el aura
de los árboles
y en la travesía
de un río
que es camino
porque fue lluvia
de buen caer
y retorna a ser nube
o esa mansedumbre
del nevar.
Ezequiel y Laura
son poemas siempre
en lo que escriben
los ramos del viento
empeñosos en llevar
y traer el sentido
de la semillería
por haber sido
revolucionarios
libros abiertos
que enraizan alegría
al quedarnos
en los impecables
rostros de esos luceros
vueltos compañeros
por ser espejos
donde miramos
el amado legado
de sus vidas.