Cada Nieta Nieto
que aparece
nos descubre
un horizonte
sin vendas
en los ojos
de la memoria
esa imprescindible
porfiada que sabe
ser mayúscula
y encumbrar
la fortaleza
en el nombre
de Las Abuelas
de La Plaza
para regresar
badajo tras badajo
a hacer sonar
la campana
de la justicia
que se debe
escuchar y honrar
por eso repicamos
hasta dejar libre
a la verdad
página a página
que nos historia
todas las identidades
que urge encontrar.