A Macarena Escudero
Cuando Ella se acerca
empiezan los soles
que saben subir
por abrazos abiertos
a cautivar
desde azahares intactos
abanicando ternuras
porque el frescor
tiene puntualidad
en su esencia
de nácar sugerente
y en la espera
de que ocurra
lo que maravillará
cuando nazca Luna
Bahía de un amor
que cuenta
dicha enredada
como el vigor
a las enredaderas
palmas enteras
y profundas
esas manos
de la tersura
y el aliento.
Por eso Macarena
se deja llevar
y nos lleva
en un flotar
miradas
lo sonriente
para entrar
a lo que guarda
y muestra
como el color
la esmeralda
y es armonía
en lo vivaz
que llega siempre.