Sube con su gesto
de frutarmada
por el sol
a nuestro asombro
tan alto
que nos despierta
a las orillas
donde principia
el centro mismo
del deleite
porque es Mujer
que brinda
con cada palabra
la férrea liviandad
de ser raíz
dibujando vuelos
entre frescuras
liadas a un porvenir
sabio de presentes.