Del Libro “Oído de pájaros”
Foto: En la antigua Escuela «Luis C. Candelaria» de El Algarrobal Abajo, Septiembre 2014
La gente sencilla es la que se anima abrazar fuerte,
aunque los años hayan creído robar el sentimiento.
Uno con esa gente vuelve a izar la simpleza
y la sirve junto al almuerzo
con la mente sosegada y el corazón en vuelo nuevo.
Ellos con su diaria alegría recogen la desazón
para romperla como a un cascote
y volverla útil en la labranza,
hay que asegurar semillas y sabores.
Gente de buen mirar, de ancho decir
y de insobornable querer,
hacen que la vida vuelva al surco del sentido.
Ellos saben que aunque se tire tierra
a los ojos o a los lechos,
la brisa de la voluntad bien dirigida
Pondrá cada partícula del mundo en su lugar,
pondrá polen de sueños en el sentir.
Y uno debe volver al camino que lleva
a las casas de la gente sencilla
para saber madurar con el paso del tiempo.