A Ivana Dal Bianco
Iva
Querida
como los colores
del horizonte
que van sembrando
en el presente
sus pasos
de agua florida
y desplegando vuelos
confiados en el frescor
del entusiasmo
por amistad con gaviotas
defendiendo lo sabio
en lo simple
que es alegría,
lo agradecido
de las verdades
y el dulzor
de volver a ser niña
amando soles enteros
en el crecer
de Mia
en el buen enraizado
de sus libres beldades
vueltas alas
desde la porfía
por ser feliz.