Contorneando el río
amarilleándose de lirios
mientras engarzan
madreselvas
a las ramas del paso
que escucha
la brevedad
de lo intenso.
Y con atención
de relojería
fotografiar
la claramplitud
de raíces
que asoman
y escriben
con tintamarrada
al suelo vuelto cielo
con sólo una mirada
que nos lleva a bogar
olvidando la firmeza
del amargor,
mejor dejarse ir
llenita de pájaros
entre las aguas
de un día silvestre
feliz.