“Resucitar a una mariposa
boca a boca”
Raúl Artola
La parra rasguea el aire
así su albedrío,
las mujeres
con igual contundencia
desenvainan los legados
de su especie,
que descifra
en los estados de la luna
los inicios fecundos y estériles
que envejecen al planeta.
Las mujeres
con muslos de aguas
desenfadan la sed
montadas en el aliento
que sorbe la tierra.
Entonces por qué
desde pretéritos truenos de varón
artificiosos en el ocio
de órdenes vigilantes
mutilan la memoria de las mujeres
que es oasis de resolución,
en ella oficia la ira
por ancestrales imperativos,
los de conspirar, vencer
y tumbar.
El hartazgo es erudito
muda lo patriarcal, lo clerical,
ralea de quebrantos
por inexorables mostos
que fermentan libertades
en los intactos parabienes
del sexo,
en el intento de engendrar
o en el de truncar el intento.
Las mujeres arrostran
letargos y acechos,
remontando el pronunciamiento
de sus rosaledas
atraviesan el centro de las farsas
con hogazas emancipadas
y con el vino que ondula
la feracidad de sus vidas.