Allí donde duela
donde sea preciso
ahuyentando los no
siendo en el aliento
que da la cara al sol
y se convence
en la cuerda dada
al viejo reloj
que es flor
porque la esencia
de ser
en la perseverancia
de un jardín
sigue intacta
despidiendo agostos
y agradeciendo
reverdecer
entre amorosidades
que trae septiembre.