Gracias querida Graciana Bourdet por tus fotografías y por guardar la carta de mi Madre.
Muchas gracias Claudia Giorgi por el convite al poema.
La caligrafía que arrima
dos leños como besándose
para que enciendan
en la chimenea de esa casa
que sigue en la gratitud
del recordar
siendo el refugio
al que invoca
lo frágil del invierno
pensando en certezas
de raíces
al reposar
para leer
como entrañable carta
que guarda amistad
única sabia
en avivar fogatas
ante rituales
con licor de vino
como receta ancestral
por la salud
del sol que vive
en la letra
de quien nos dio vida.