Cuadro de Potrerillos por Jazimines Roja.
Cuando un dibujo
toca la orilla
del instante
que sorprende,
el predio del mirar
allí se queda.
Lo contornea
para zambullirse
y dentro se define
la contemplación
abarcando el tiempo
que se nos olvida,
en la inmensidad
ciertamente inventada
pero tan real.
Los tonos impregnan
y la obra es perdurar
desde el papel
que nos lleva
a lo repentino
en un rincón
de paisaje añorado
y más allá,
porque la creación
es puntual relato
de lo que nos sucede.
Penetrar en un cuadro
desde el trazo montañez
de un lago pintado
te airea como la mañana.