Esa delicadeza
que subraya
en nuestro relato
lo que silba
entre dientes
del compartir
algún andar
fuera de paredes
o entre ellas
volviéndolas plantas
provista de hallazgos
que comunican
desde lo espontáneo
y desarman
impulsos de llanto
suele la nostalgia
punzar con razones
y lo importante
sigue siendo
darse momentos
para estar feliz
en la soleada
compañía
de alguien
que con su cariño
nos vuelva viaje
a un destino
con armonía
de bambúes
y quizás
sin movernos
del preciado lugar
donde estamos.