A trinar sangre
de los pinos
que pajarean
en la memoria
de mi esencia
puesta al sol
por los momentos
que se antojan
de mar
con sus gaviotas.
A islanegrear
por ser alegre
sin más
con las maneras
de vivir
abierta
de par en par
a las mareas
amorosas
de seres
que retornan
a nuestras venas
y nos enseñan
el castañueleo
del corazón
agradecido
como plantas
recibiendo
el riego.