Entre baldosas
que son luceros
una niña mira
al joven de la foto
que lo siniestro
le arrebató la vida
y en esa mirada
en ese gesto
el tiempo leuda
su reconocer
los pilares
que nos sostienen
desde siempre
y seguirán intactos
en quienes
no olvidarán
regar las rosas blancas
de cada Compañera
de cada Compañero
que desde sus nombres
son faros del camino
que nunca dejarán
de llevarnos
por la lumbre
por la necesaria marea
de honrosas baldosas
al puerto indestructible
de la Memoria
de la Verdad
y la Justicia.


