Con armadura antojadiza
con miembros molinos
que dan vuelta al aire
porque son un mismo cuerpo.
Valientes aventuras
que ahogan desdichas
estirando ramajes
por el libro del cielo.
Árboles cabalgatas
de sucesos que regresan
a los encantos
desde la raíz
de cada isla
que da altura
al continente
donde adivinamos
los personajes del verde
entre las sillas del aliento
y escribimos invenciones
como batallas,
una y otra carta
de loco amor
por Ellos.