Para cercar la maledicencia
y refregarnos en las ganas
la salud de lo que florece
ante nuestro andar
para verlo y sentirlo
en el medio del pecho
alli donde duele alguna pena.
Alelíes para enamorarnos
del verdegris de sus hojas
y el rosa aldaba de sus pétalos
que resumen confidencias
entre la tierra y el aire
que sabe detenerse
para abrillantar el seguir.
Alelíes olorosas
destilando historias
de jardines en otras épocas
que nos dejan entre tonos
de delicadezas y sugerencias
cartas confiadas a la ilusión.


