loader image

A CONTRA

A contramano de la muerte,

ella entre los páramos de los días

y nosotros en el océano de cotidianas lumbres,

haciendo honorables señas a veces eufóricas

y otras con un dejo cansino

que no se priva de endiabladas seducciones,

las que lubrican poderes de la vida.

A contraolvido va el tiempo despreocupado,

genuinamente se desentiende

de toda arruga que precipita desencanto

y nosotros estremecidos de memoria

entre estampidas de aterradoras épocas

que nos dejaron con nuestras convicciones

aliados a las estacas del recordar,

del reverdecer

y a pesar de las emboscadas

a ser revelación

cuando nos ensordeció aquel silencio,

entonces salimos con los pujidos del color

a sucumbir tanta locura

en los murales de heroicos dolores.

A contravoz de la quejumbrosa costumbre

que avanza enmendando lo espontáneo,

castigando ceremonias ataviadas por el presente.

Somos presagio e inquietud,

a mordiscos llegamos a la nítida cavidad

donde pronunciar lo definitivo,

esas palabras del entendimiento

para nuestras indefensas búsquedas.

A contracara de las intrigas,

del abismo verbal del traidor.

Hilamos paciencias de horizonte

persiguiendo procedencias

en cada propósito rotundo,

que a la usanza del almíbar a punto

da confianza, es juramento,

prosa audaz

para que haya ocasión

y podamos volver íntegros

al escándalo de algún alumbramiento.

Share This