Fotografía: Vanesa Guajardo
Dejar correr
en ese pasar
la pereza
que imponen,
soltar el ir
yéndose nomás
pero siendo
espiga a la orilla
de alturas
que dictan
toda la pureza
del deshielo
y nos deja
cristalinos
para volver
a empezar
con el secreto
que las piedras
replican
por tanto escuchar.