Lo efímero del florecer
da infinitud al instante
de encontrarnos
con la delicadeza
que ahuyenta
ferocidades y tristezas
que esperan
para ovillarnos
entonces agosto
nos premia
con la aparición
de pétalos héroes
entre rugosidades
y metrallas del frío.
Ahí Una se queda
frente al árbol
vuelto gloria
de rosada ternura
o blanca inocencia
y agradece
como le cosquillea
muy dentro
un arco iris
para terminar
de cruzar
lo que nos afrenta.


