Entre horizonte
de oleajes
y cumbres
por las manos
que se dan
sin dudar
ante el prodigio
que siembra
desde la verdad
aprendida al vivir
es brote anillado
a la confianza
multiplicando
el buen sentido
de elegir
a sabiendas
las flores
como índices
de certezas
así los aromas
recién horneados
para nutrir
la belleza
de no perder
estatura y peso
en el rumbo
donde las semillas
vencen al mal tiempo
y aseguran
frutos enteros.