A Sergio Bruccoleri
El aire del árbol
que fue su origen
desde los ángulos
de su cuerpo
le da sostén
y tiene tramas
de nuestras historias
porque su tiempo
en la casa
que nos habita
es la cordialidad
de la leyenda
que lo nombra.
Desde que salió
a la luz
para ser inspiración
por las manos
del escultor
se hizo querible
y al verlo
cada vez
bebiendo la sonrisa
de Quien más
lo cuidaba
la simpatía renueva
la talla
de la templanza
en tres dimensiones
tras del arte
que lo inmortaliza.