Cada inextinguible lucha
es tutora
de este franquear
por años
a la fábrica
que fue trinchera
desde sus techos
y hoy cerámica de liberación,
donde el futuro se acompaña
del motor memorioso
que cambia a fuerza de paciencia
explotación
por el pulir incesante
bienhechor
que recupera aguas
y amotina,
da raciones de comida
si desalojan,
para que el trabajo
sea el horno
que no olvida
cuál es su raíz
donde se funde la revolución
y ésta
el arraigo a una vida
rescatada por el barro obrero
que origina al mundo,
desde causas sin cercos
con fraternales temperaturas
que atomizan lo enemigo
las fronteras
el no podrán
en la vastedad de la contracorriente
sin modorra
con el acento que organiza,
que persiste, alterna, protege
y construye,
que expropia, cambia
y decide
con la integridad de los aliados
por los cordones del horizonte,
pura arcilla socialista.