Fotografía: Pintura de Camilo Jimenez
Cuando mirás al tiempo
a los ojos de lo que pasó
y él te devuelve las páginas
escritas con los ojos
que miden el día
visto desde la noche
se ilumina el paso
entre el capullo
y la mariposa
ante lo que se te ocurra
para alejar muertes
y el peligro,
esos artificios del enemigo.
Entonces subir a un taburete
querido por usado
al ingenio de la infancia
que nos queda
nos alista en el andén
de las tareas con rumbo
entre geometrías cotidianas
y sabiduría del color,
porque lo heroico
seguirá siendo la defensa
nunca en soledad
de aquello
que ven las lechuzas
y es el sentido
lo certero
de todo humedal.